Déjate
llevar por mi fórmula secreta; una receta maestra al más puro estilo de la
cafeína.
Una
pócima exótica que contra ataque esos parpadeos lapidantes, bostezos
interminables y somnífera purpurina que invade todo tu cuerpo.
Deja
que el aroma invada por tus vías respiratorias, salivar el paladar y el vello acabe
erizado.
Que
se plasme en todas las paredes de tu boca. Quedándose por unos instantes en el
labio y relamer con la lengua al oír “bon appetit”.
Un
contacto cercano, espumoso, con cuerpo y un toque endulzado.
Te
miro, bostezas, te beso y despiertas.
Ojos
que se colorean del color café acaramelado.
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