lunes, 11 de abril de 2016

Enrojece-me.

Un color que provoca paradas. Intenso, firme y autoritario.
Momentos en que el tiempo desaparece, donde los lugares quedan inexistentes y escenas semejantes a un final de película.
Semáforos en rojo que detienen la velocidad por segundos. Rojos que paralizan en estancia y a su vez te hace reaccionar como la espuma.
Desde malabaristas hasta traga-fuegos te aturden en ese muerto periodo de tiempo. Que brote la mirada que acompaña al tacto. Que se acorten las distancias y en rojo lo pacto.

Labios en rojo, corazones en marcha, fragmentos incandescentes en ignición.
Que un semáforo en rojo no pare todos los besos que tengo para ti.


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