martes, 18 de noviembre de 2014

Bella durmiente.

Soltó amarres de su postura vertical, dejando que la gravedad atrajera aquellos dos cuerpos presentes. En la caída, la cabeza y el cuerpo partieron a distintos rumbos. Tras el impacto, su cuerpo tocó fondo en la extensa hierba verde y su cabeza, sin embargo, decidió sostenerse sobre las rodillas de él.
Uno contemplaba el paisaje desde arriba, admirando cada parte de su cuerpo. Y la otra con mirada entornada, intentaba hacerlo desde abajo.
A él se le abría la boca, a ella se le cerraban los ojos. Mi bostezo iniciaba el sueño y su parpadeo lo culminaba. Plácida y muy tranquila... Atrapada en un sueño escrito en relatos.
Con beso de ensueño destruyó el maleficio, dejando un sabor a perdices.

El cuento estaba repleto. Un príncipe. Un final esperado. Una bella durmiente con un villano malvado.

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