Mis
pies aterrizaron en aquella tierra asfáltica, un lugar por donde nunca habían caminado.
Los herretes, colganderos, flotaban por encima del rugoso suelo. Y las suelas
se iban desgastando por la brusquedad de la pisada.
En
una esquinera, reposaba mi cuerpo, esperando una aparición, una visión o quizás
tan solo un espejismo. El corazón se aceleraba con la espera, las rodillas
claqueteaban, agrietando las losas de aquella fachada y el pestañeo de mis ojos
fotografiaba el entorno en busca de evidencias.
Confeti
por las calles, banderillas de pared a pared y cuadrillas haciendo eco en los
callejones.
Al
final de la calle una silueta cabalgaba a 8 cm del suelo. Las gafas de sol
disimulaban la dirección de mis ojos. Y sin saberlo ahí empezaría mi historia
del 23. Mejor dicho, nuestra historia.
Ese
día empezó esperando en una esquina y ahora, estoy buscándote por todos los
rincones.
¡¡ F E L I C I D A D E S !!
https://www.youtube.com/watch?v=h03s5xa0Lu4